Proyecto Parque Skate. Fase 1



Los espacios son nuestros, hay que transformarlas.
Aprendamos a ejercer la democracia, antes de exigirla.
Antecedentes
El Parque de los Fundadores en Ampliación Tepepan ha dejado de ser un espacio de convivencia para los vecinos de la colonia.
Desde su inauguración no se le ha dado mantenimiento, se encuentra sucio y los vecinos dicen que es un espacio donde hay drogadicción, delincuencia y relaciones sexuales.
Se han tomado medidas que lejos de eliminar estos problemas, los han llevado a otros lugares.
Objetivos
Lograr la organización comunitaria para convertir el Parque de los Fundadores en un espacio para el recreo, las actividades artísticas y el descanso.
Propiciar la participación política a partir de logros colectivos conseguidos por los miembros de la comunidad.
Método.
Pensamos que es igual de importante el objetivo a cumplir como el proceso de aprendizaje que lleva a ese objetivo. No pedimos a los representantes que hagan todo el trabajo que también es nuestra responsabilidad hacer. Nosotros, como vecinos organizados podemos hacerlo, podemos aprender a hacerlo y así podremos dejar de depender absolutamente de los tiempos políticos y burocráticos a los que estamos sujetos.
Nos hemos reunido con los vecinos para plantear esta problemática y para encontrar una solución a la misma en conjunto.
Fase 1.
Limpieza del parque.
La maleza que se ha generado por descuido, no permite que se puedan utilizar sus espacios verdes. La primera etapa consiste en la poda del mismo.


El FORO DE COLECTIVOS URBANOS se realizó el pasado 13 de agosto, en Ampliación Tepepan, Xochimilco, les dejamos algunos puntos explicativos:

1. El foro se realizó únicamente con recursos obtenidos de la cooperación barrial y vecinal y fue organizado por jóvenes de la colonia, no pertenecientes a ningún partido político.
2. Se solicitó el permiso de los vecinos para realizar el evento, antes de el de cualquier autoridad.
3. Se solicitó a los colectivos que plantearan los problemas que hay en su colonia y las actividades que realizan. En el transcurso de la semana subiremos el video con lo dicho por ellos.
4. Uno de nuestros objetivos es utilizar los espacios públicos y utilizarlos para difundir actividades artísticas y culturales.
5. El segundo objetivo es formar una red de colectivos, vecinos y organizaciones en el sur de la Ciudad de México.
6. Pensamos que la organización es el primer y más importante paso para generar colonias sustentables y democráticas.

Democracia aquí, ahora.

Nos cansamos de la nada, de la falta de oportunidades  y de la violencia.

Nos cansamos de la representación.

Nos cansamos de que gran parte de los representantes no representen a nadie y peor aun, no representan nada.

Nos cansamos del afán de lucro desmedido, de las pretensiones vacías, de la lucha por el poder y el dinero.

Esto ha sido muchas veces repetido, lo sabemos,no ahondemos en ello. Hagamos una pausa antes de que esto se convierta en el típico manifiesto lleno de quejas y de reclamos.

Si pensamos que los representantes no representan nada y que estamos sumidos en la violencia, la codicia y la desesperación, ¿Nosotros qué hacemos? ¿Alguna vez nos lo hemos preguntado?, ¿Podremos considerarnos con suficiente autoridad moral para hacerlo mejor? ¿Sabemos acaso cual ha sido nuestra responsabilidad en esta situación?

Eso sólo lo sabremos cuando nosotros tomemos responsabilidades y cuando nos organicemos. Por eso decimos: no queremos salir a las calles a exigir democracia, mejor aun, saldremos a ejercerla.

Sí,  estamos en contra, en contra de la corrupción del gobierno, de la desigualdad que produce este sistema económico. Pero la transformación no será de quienes ejercen el poder únicamente. No será de ellos hacia nosotros. Tendrá que ser simultánea porque en esencia somos iguales y  porque compartimos el mismo espacio. No exigiremos  sin antes transformarmos a nosotros mismos.


Esto lo decimos esto con todo respeto y comprensión: nos cansamos de las marchas.

Marcha-Mitin-Plantón.
Marcha-Mitin-Plantón.
Marcha-Mitin-Plantón.
Marcha-Mitin-Plantón.
Marcha-Mitin-Plantón.
Marcha-Mitin-Plantón.
Marcha-Mitin-Plantón.

¿Verdad que lo mismo siempre, aburre? Y peor que el aburrimiento: al gobierno le interesa un carajo.

Esta quiere ser una transfomación ética, una transformación personal, una transformación total.

Una parte de ella en la que nos exigiremos ser mejor que quienes dicen representarnos, para poder transformar las instituciones, las formas de hacer economía. Una transformación en la que se escuchen las voces de todos aquellos que crean necesario vivie mejor. En la que gestionemos y nos otorguemos herramientas para combatir la desigualdad de conocimiento, la desigualdad económica, la falta de oportunidades.

La autonomía nos muestra un camino: nos enseña a hacernos responsables, a utilizar y gestionar nuestras propias herramientas de cambio. A no depender de la representación.

Las  organización en red nos facilita el andar.  Tenemos el medio: el internet, esa red en la que  todos tenemos la misma posibilidad  de aportar y compartir; en la que la representación y la intermediación es mínima; en la que la creatividad es constituyente.


Por todo ello, les proponemos lo siguiente:

Organicénse en sus barrios, colonias, unidades. En todos aquellos lugares que compartan en común. Salgan a decidir sobre esos espacios libremente. No permitan que las reglas impuestas o los canales institucionales frenen su creatividad. No dependan de sus representantes. Tomen la mejor decisión que será aquella que decidan entre todos sus vecinos. Conozcan sus problemas y creen formas de cooperación y autosuficiencia comunitaria. No pidamos democracia, aprendamos a ajercerla.

Compartan lo que saben hacer. Sus experiencias, sus prácticas, sus conocimientos. En los momentos de crisis la solidaridad es la mejor herramienta con la que contamos. En esta transformación nos exigimos compartir y lograr que conocimiento y práctica  sean un logro común. Lo hacemos diariamente, compartimos estados de ánimo, pensamientos, conocimientos en internet. Llevemos la experiencia del  internet a la calle. Creemos una red de conocimientos con base en el trabajo comunitario y colectivo.

A la comunidad en línea les proponemos que desde sus blogs, y redes sociales transmitan esta idea, y hagan lo necesario para transformar el estado actual de las cosas. A que tomen esta idea como un código abierto, que puede ser discutido, modificado, planeado en conjunto y que la hagan suya. A que representen la idea de forma gráfica, visual, auditiva. Y que esa idea suya sea también la nuestra. Y que cuando exista la organización en sus barrios, y la idea este en más lugares, cuando hayamos ejercido de cualquier forma la democracia nos reunamos y nos conozcamos y decidamos.

Queremos conocerlos. A todos ustedes que ya trabajan para hacer comunidad o para defender sus espacios en común, sin ningún tipo de partido o ideología política en particular. Porque sabemos que podemos crear redes autosuficientes, que sean capaces de contraponerse al poder político y sobre todo, que sean capaces de transformar la vida en común.


A todos los que son capaces de transformar la cotidianeidad, nos  decimos:

No salimos a exigir democracia
 ¡Salimos a ejercerla!
¡A organizarnos en nuestros espacios en común!
¡El internet a la calle!
¡Democracia aquí, ahora!

Yolcan Ollin
Red Sin Autor.

Hacer comunidad.

Cuando el frío llega a la tierra de los patos, de repente, sin que nadie diga nada, sin que se dé una asamblea que lo decida, un pato, uno cualquiera, se levanta en vuelo. El pico dirigido hacia el sur y las alas batiendo con la fuerza de las ganas de estar mejor. Este primer pato se levanta en vuelo y sin que se voltee a decirlo, los demás se levantan en vuelo y lo siguen. Nunca preguntarán porque saben la razón del vuelo. Cuando el primer pato se cansa, se hace a un lado y aquél que sigue, lo sustituye en frente. Y así hasta llegar a la meta.
Al final del viaje, todos habrán guiado al grupo y nadie podrá decir que hay un jefe, un dirigente.
Todos habrán participado, todos habrán dirigido en común acuerdo.

 
Decir comunidad hoy en día puede significar muchas cosas. Si por un lado nos cuentan que comunidad es la sociedad en la cual vivimos, que respetar leyes y preceptos es hacer el bien de la comunidad, si nos dicen que el servidor público trabaja para la comunidad, por otro lado podemos empezar a pensar (porque tenemos los instrumentos) en otro concepto de comunidad. Ésta ya no es algo que desde arriba nos dicen que es, sino que puede ser algo que desde abajo -desde aquí mismo en donde nos encontramos-, podemos imaginar y construir.

La palabra comunidad y el concepto que en ella se esconde, tienen un origen tan sencillo como complejo para interpretarse. La palabra común da origen a ese concepto. Común es todo lo que nos une, todo lo que nos hace compartir tiempo y sueños. Común son los deseos. Común es la idea de que algo está mal, común son las ganas de romper con todo ello para transformarlo.

¿Dijimos romper? ¿Dijimos transformar?
¿Y cómo se hace?
El pato que se levanta en vuelo no tiene la respuesta. Nadie la tiene. Es mucho instinto todo esto. Es ese instinto que los hace volar hacia el sur. Es ese instinto que los hace volar hacia el lugar cálido donde puedan estar bien.

Dijimos ROMPER. La ruptura con este orden de cosas que nos dicen llamarse sociedad, se da todos los días. Se da empezando desde las ganas de soñar hasta la práctica cotidiana. La ruptura reside precisamente en el sueño de construir algo mejor, porque el mundo en el que vivimos quiere que dejemos de soñar, quiere que nos conformemos con lo poco que nos conceden, que nos quedemos quietos bajo los ritmos de la música que nos venden, que nos narcoticemos con las drogas que nos venden, que nos adecuemos a la vida que nos permiten. La ruptura reside entonces en el sueño de algo diferente. La ruptura hoy, es hacernos incompatibles con ese sistema, la ruptura es escaparnos de sus reglas demasiado estrechas para nuestros deseos. Incompatibles eso somos.

Dijimos TRANSFORMAR. La transformación al contrario no se sueña, sino que se practica. La práctica de la transformación es la práctica de lo común que nos une. 

Desde aquí abajo la bandada de patos dibuja un hermoso diseño en el cielo. Si te fijas bien, te enteras de que dibuja una red. Una red en la cual cada pato representa un nudo de un hilo invisible que los une a todos.

Somos una red, una red de individuos, de personas, de seres humanos. Somos una red de sueños antes que todo. Somos una red de prácticas, formas y actitudes. Finalmente, somos una red de conocimientos. Lo que nos hace red es la voluntad de estar en común, de compartir nuestros conocimientos para el bien común. Esa es la actitud que tenemos que tener. La voluntad de compartir, de cooperar entre nosotros y de encontrar la forma de compartir con otra gente.
Si durante el vuelo un pato se cansa, si alguno de ellos se debilita, súbitamente otros dos lo flanquean, y lo ayudan a volar, a sostenerse, porque aquí no se trata de llegar primero, sino que todos lleguen a su destino. El destino que nos hace comunes. El destino es la meta que todos queremos: estar mejor.
 
La cooperación entre nosotros, no es otra cosa que la cooperación social, la riqueza de la cual disponemos para realizar nuestros sueños. Aquí no se trata de quién tiene las ideas, o de quién tenga los medios para realizarlas, o de quién tenga el conocimiento para llevarlas a cabo. La cuestión es más bien que ese conocimiento, esa forma y esas ideas salgan de la cooperación. Todos tenemos ideas, todos somos capaces. Miramos a las instituciones educativas como el plus ultra del conocimiento, cuando al contrario, el valor alto del conocimiento se da de la experimentación, del encuentro y de las soluciones que entre todos podemos descubrir. Ese conocimiento producido por la cooperación social es la verdadera riqueza. ¿Queremos escucharlo con otras palabras? Pues, nadie sabe cómo levantar una barda, nadie sabe cómo se hace una revista, nadie sabe cómo se lleva a cabo un ciclo de películas callejeras, nadie sabe cómo se organiza una cena, nadie sabe cómo se suma el dinero para todas esas actividades, nadie sabe cómo se hace una encuesta, nadie sabe cómo se cambia al mundo. Pero tal vez entre todos, probando una y otra vez, encontremos la manera. Y ese conocimiento nadie te lo regala. Te lo sudas pero mañana ahí lo tendrás, listo para reproducirlo en cualquier parte. Y todo esto no hará más que hacer grande nuestro común y hará de nuestras ideas una riqueza inestimable.

En la red que somos, la única forma de sobrevivencia es la solidaridad. La solidaridad que tiende la mano a quien ahora no puede, que comprende el esfuerzo de todos y lo respeta. La solidaridad sincera, que critica para ayudar, que ayuda para superar, que coopera para crecer, que crece para cambiar, que cambia para mejorar, que mejora para poder, finalmente, ser felices. Pero esta solidaridad debe ser sincera y digna. Sincera cuando dice las cosas, cuando expresa dudas y certezas, cuando opina y cuando escucha. Y digna todas las veces que afirma y defiende su afirmación. Sin miedo porque nadie es estúpido. Sin temores porque ninguna idea es vacía, al contrario, todo puede enriquecer, absolutamente todo. Es necesario creerlo, nada más. 

En la Biblia, maravilloso libro de historia y de filosofía, espectacular novela, increíble metáfora de la vida del ser humano, se cuenta cuando Moisés un día decide rebelarse a los egipcios. La tiranía del faraón pide demasiado al pueblo. Y es así que se decide desobedecer a las reglas del tirano. El pueblo judío decide sustraerse al dominio. Existe el momento de la guerra, del conflicto, pero también existe el momento de la desobediencia, de la detracción. El pueblo judío, cuenta la Biblia, decide irse a otra tierra, la tierra prometida. Empieza así el éxodo. Cada quien recoge sus cosas, carga las cosas que quiere llevarse, que son para construir un nuevo país en otra tierra.

El éxodo a otra nueva tierra. El nuestro es un éxodo a otro mundo. Lo que estamos haciendo es irnos, sustraernos de este mundo hacia otro más cálido, en el cual podamos construir y realizar nuestros deseos.

Empecemos a caminar, pues, empecemos a caminar hacia otro mundo. Carguemos con nuestros sueños, recojamos nuestras ideas que son las de todos nosotr@s. Es una gran responsabilidad la de empezar a caminar juntos. Implica tender la mano a quien este cansado. Implica apretar los dientes. Implica defendernos del ejército egipcio que nos persigue, porque significa confiar en el otro y hacer que el otro confíe en ti.

La amistad

El filósofo italiano Giorgio Agamben, estudia brevemente el tema de la amistad.

Comienza al describir el carácter ambiguo de una frase de Aristóteles-puesta en duda su autenticidad por filólogos modernos-: ô phíloi, oudeís philos, "¡Oh amigos, no hay amigo”, para luego adentrarse en la pregunta:  ¿Qué es entonces la amistad? Similarmente a lo que ocurre con el sintagma "te amo", la expresión "soy tu amigo"; es de carácter performativo. Esto significa que su significado coincide con el acto de enunciar esas frases, y  más bien es un término que no puede equipararse a un adjetivo: reconocer a alguien como amigo significa no poderlo reconocer como "algo". “No se puede decir "amigo" como se dice "blanco, "italiano", "caliente" -la amistad no es una propiedad o una cualidad de un sujeto-.”

Luego de plantear esta imposibilidad de definición, regresa al estudio de la frase de Aristóteles, que se encuentra en su "Ética  para Nicomáco", en los libros octavo y noveno. Menciona algunas de sus ideas centrales: "que no se puede vivir sin amigos; que es preciso distinguir la amistad fundada sobre la utilidad o sobre el placer de la amistad virtuosa, en la cual el amigo es amado como tal; que no es posible tener muchos amigos; que la amistad a distancia tiende a producir olvido, etcétera", para luego entrar en un pasaje que le parece de especial importancia:

"Sentir que vivimos es de por sí dulce, ya que la vida es por naturaleza un bien y es dulce sentir que un bien tal nos pertenece.

Vivir es deseable, sobre todo para los buenos, ya que para ellos existir es un bien y una cosa dulce. Con-sintiendo, prueban la dulzura por el bien en sí, y lo que el hombre bueno prueba con respecto a sí, también lo prueba con respecto al amigo: el amigo es, en efecto, un otro sí mismo. Y como, para cada uno, el hecho mismo de existir es deseable, así -o casi- es para el amigo.

La existencia es deseable porque se siente que ella es una cosa buena y esta sensación es en sí misma dulce. Pero entonces también para el amigo se deberá consentir que él existe, y esto adviene en el convivir y en el tener en común (koinomeîn) acciones y pensamientos. En este sentido se dice que los hombres conviven (syzên), y no como el ganado, que comparte la pastura. [...] La amistad es, en efecto, una comunidad y, así como es con respecto a sí mismo, así también para el amigo: y como, con respecto a sí mismo, la sensación de existir es deseable, así también será para el amigo."

Para Agamben esto significa que la amistad tiene un rango ontológico y, al mismo tiempo, político. La sensación del ser está, de hecho, siempre re-partida y com-partida y la amistad nombra este compartir.

Nos dice: "La amistad pues, pertenece a la experiencia misma de la existencia.  No puede ser conceptualizada y está atravezada a su vez de una potencia política : "La expresión que hemos traducido como "compartir la pastura" es, en tò autò némesthai. Pero el verbo némo -que , como se sabe, es rico en implicaciones políticas, basta pensar en el derivado nómos- también significa: "formar parte", y la expresión aristotélica podría querer decir sencillamente "formar parte de lo mismo".

La amistad, consiste pues, en un "con-sentimiento del puro hecho de ser", lo cual para Agamben es incluso el consenso sobre el que se sustentan y confían su suerte hoy las democracias.


 

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